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Charla sobre Mlavinas

12/04/2019

El Comodoro (R) Jorge N. Barrionueva, visitó nuestra Localidad para brindar una charla acerca de su participacion en Malvinas, con la precencia de veteranos, autoridades y alumnos de centros educativos, Jorge mantuvo atentos a todo el auditorio por casi dos horas, que fue el tiempo de duracion de su alocución.

En mayo de 1982,  Jorge Nelson Barrionuevo era un joven piloto de la Fuerza Aérea Argentina protagonista junto a muchos otros compañeros, del bautismo de fuego de esa fuerza en la guerra de Malvinas. El hoy Comodoro y Jefe del Centro de Vigilancia Aeroespacial en Resistencia, que controla los cielos de todo el nordeste, estaba al comando de un Skyhawk A-4B que participó —el 25 de mayo de 1982— del hundimiento del destructor británico H.M.S. Coventry hecho que le valió el haber recibido la Cruz de “La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate”.

Sereno, seguro de lo que dice, parece firme pero no esconde la emoción cuando recuerda que vivió una situación límite, en la que por quince segundos estuvo entre la vida y la muerte.

Fue en el extremo sur del país, en 1982, cuando en la Guerra de Malvinas, el entonces alférez Barrionuevo —piloteando un Skyhawk A-4B de la Fuerza Aérea Argentina— se encontró cara a cara con la muerte: un misil lanzado por un crucero inglés se aproximaba a su aeronave, y tenía que tomar una decisión rápida. No fue difícil: bajó su A4 casi a ras del mar, a unos 10 metros de altura, y el mortal misil pasó a sólo metros de su cabina.

El halcón

El A-4B (Skyhawk, halcón del cielo) está diseñado para volar, pero podría decirse que el entonces alférez Barrionuevo, como todos sus compañeros “navegaban a muy alta velocidad en el mar”, por la altura en que pilotaban sus máquinas. Esto traía ciertos inconvenientes. Además del mayor consumo de combustible, algo muy importante en un vuelo en que de por sí este elemento no sobraba, se sumaba el efecto del agua salada sobre el avión y, en concreto, sobre la cabina del piloto.

Además, implicaba un gran esfuerzo de los técnicos de la fuerza, quienes debían limpiar el sector delantero por donde el piloto mira al volar.


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